Lo que diferencia a quienes logran lo que quieren

Esta semana he recibido correos de algunas personas de esta comunidad diciéndome que que les resulta difícil avanzar y continuar enfocados hasta lograr sus objetivos/propósitos. ¿Estás en el mismo punto? ¿Has empezado tus propósitos con mucha emoción pero el abandonar te está acechando? Sólo un porcentaje pequeño de personas avanzan de manera consistente hasta lograr sus metas mientras el resto abandona. ¿Quieres saber por qué? El sábado asistí por primera vez a FITUR (Feria Internacional del Turismo) Una amiga me había recomendado especialmente una actividad: La Quedada Viajera, un gran encuentro de viajeros donde un grupo de bloggers comparte con el resto lo que les motivó a viajar por diferentes partes del mundo y de qué manera lo hicieron. La experiencia fue una inyección de adrenalina BRUTAL. Lo primero que me sorprendió es que estas personas son como vos y como yo, sólo que el deseo de viajar fue tan fuerte que se animaron, dieron el salto y partieron con sus mochilas. Muchos de ellos abandonaron sus trabajos y otros simplemente abrieron un paréntesis en sus vidas para dar el paso y cumplir sus sueños. La característica que compartían todos ellos es que: ACTUARON A PESAR DEL MIEDO. Estuvieron dispuestos a pagar el precio de conseguir aquello que se habían propuesto, confiando en ellos y sus habilidades. En el camino hicieron lo que hizo falta para alcanzar sus metas: fabricaron y vendieron artesanías, desarrollaron productos digitales, trabajaron de voluntarios, enviaron videos a canales de TV y más. Porque lo que deseamos tiene un precio y no me refiero sólo a dinero. Para conseguir aquello que queremos debemos dimensionar a qué debemos renunciar: ese es el precio que pagaremos. Hay muchos factores que llevan a la inacción, y para mí el MIEDO es uno de los más potentes. Nos damos cuenta que estamos estancados y una voz en nuestro interior nos invita a movernos con la Vida: algo debe morir para que surja lo nuevo. Pero este proceso nos da miedo, ya que nos aferramos a lo que somos y a lo que hay, por más que ya no funcione o suframos. Ese paso supone un cierto riesgo. Estamos habituados a la seguridad y la comodidad de lo conocido. ¿Qué sucederá, qué ganaremos y qué perderemos, qué pasará con los otros? NO LO SABES, ni lo sabrás sino pasas a la acción. Se trata de crecer, de asumir nuevos roles, de dejar atrás las limitaciones que nos hemos impuesto, de liberar lo que ya no sirve o constituye una carga sin sentido, de desarrollarnos, de hacer uso de nuestra creatividad. Esto requiere dedicación, constancia, paciencia, confianza, fe y valor. Y sí, parece demasiado. La clave es atravesar el miedo haciendo pequeños avances cada día. Se trata de hacer lo necesario en cada momento mientras caminamos hacia lo que queremos. Escuchándoles a estos viajeros el sábado me decía a mí misma: La verdad es que tengo más miedo de PODER que de no poder. Tengo miedo que mis sueños por fin se hagan realidad, porque entonces ¿De qué me voy a quejar? ¿De qué voy a tener miedo? Darte cuenta que tus sueños u objetivos tienen un precio y quizás aún no estés dispuesto a pagar por ellos es duro y al menos yo me pregunto: ¿Cuánto quiero lo que quiero? Te cuento algo más sobre nuestro cerebro, para que puedas aprovechar todo su potencial enfocando tu energía y avanzar hasta conseguir lo que te has propuesto. CEREBRO REPTILIANO Está ubicado en la base del cráneo y prácticamente no ha cambiado en 200 millones de años de evolución. Sus dos principales funciones son: reproducción y supervivencia. Este cerebro controla nuestras funciones no conscientes, se encarga de mantener constantes de equilibrio en el cuerpo (sodio, glucosa, oxigeno, aminoácidos). Es de rutinas y no le gusta lo nuevo, es neofóbico. Cuando el cerebro reptiliano actúa, no importan lógica, razón o sentimiento. Aquí yace gran parte del inconsciente. Esta parte de nuestro cerebro prevalece sobre las otras dos, ya que el instinto de supervivencia (reproducción y autoprotección), es mucho más fuerte e importante que “sentirse bien” o “pensar racionalmente”. CEREBRO LÍMBICO Se encuentra debajo de la corteza cerebral. Este es el cerebro de las emociones y los sentidos. Aquí residen el amor, el odio, la felicidad y la tristeza. Esta parte de nuestro cerebro funciona como baterías energéticas que nos impulsan a obtener lo que necesitamos. En el cerebro límbico se encuentra ubicada la amígdala cerebral que se encarga de etiquetar los eventos que nos suceden. El miedo, el rechazo, la aceptación crean una historia en esta parte de nuestro cerebro. NEOCÓRTEX Esta es la parte superior del cerebro, en esta parte del cerebro residen la lógica y el razonamiento, el pensamiento abstracto y la imaginación, es el que da al hombre la creatividad y la posibilidad de proyectarse al futuro (Visión). Está supeditado a los cerebros límbico y reptiliano, es decir, que sólo cuando están satisfechas nuestras necesidades básicas, podemos desplegar nuestras capacidades creativas. En el sistema límbico se encuentra la Amígdala que gobierna la memoria emocional inconsciente. Cada vez que iniciamos un nuevo proyecto, la amígdala reacciona según como le fue la última vez, si fue bien, la etiqueta como positiva, y todo va bien. Si, por el contrario, el evento fue mal, la etiqueta es negativa y se descarga la respuesta de estrés que promueve un mal desempeño. Esta respuesta inconsciente generalmente no puede ser gobernada por el neocórtex. Por ello cuando actúas a pesar del miedo que pueda generarte una nueva situación estás enviando información a tu cerebro reptiliano que en el fondo eso que tanto temías no es para tanto. Adicionalmente, el sistema límbico también tiene un sistema de búsqueda y recompensa que produce placer y que activa la liberación de dopamina. La dopamina es la hormona del placer y la motivación. Nadie se mueve si no hay un aumento de dopamina. Aquí debajo te hago una lista de alimentos que son impulsores de dopamina para que los tengas en cuenta a la hora de hacer la lista de la compra:
PROTEÍNAS
Pescado que no sea de piscifactoría
Huevos Ecológicos de gallinas felices
Pollo y pavo ecológicos
Carne Roja ecológica
VEGETALES
Verduras marinas (algas)
Remolacha, aguacate y alcachofas
Hojas de mostaza
Brócoli y coliflor
Espinaca y col rizada (kale)
FRUTAS
Manzanas, cerezas y arándanos
Sandías
Cacao
Papaya
HIERBAS
El trébol rojo
Menta
Ginko Biloba
Cúrcuma
Orégano
Ginseng
Así que vuelve a revisar tu propósito, prepárate y aunque tengas miedo: ¡HAZLO IGUAL! ¡Esa es la actitud! La acción es para el miedo, lo que el agua para el fuego y con la constancia suficiente acaba por desvanecer. Si realizas una pequeña acción todos los días que te obligue a salir de tu zona de confort, acabará resultándote algo sencillo y entonces estarás preparado para tomar nuevamente otra acción que suponga un nuevo desafío. Así sin quererlo, con pequeños pasos acabarás superando ese miedo que desde hace tanto tiempo ha estado ahí para recordarte que puedes conseguir lo que te propongas. ¿Te animas a superar el miedo? Confía en ti y en tus habilidades. Porque todas las cosas que queremos tienen un coste. ¿Estás dispuesto a asumirlo?
Si aún no estás en mi lista de suscriptores, puedes hacerlo AQUÍ
OTROS POST QUE PUEDEN INTERESARTE
Comments